Pues todo depende… ¿Tú crees en la magia?
La magia existe si uno cree en ella, porque la magia empieza en la mente. Como dice el gran mago Anthony Blake: todo es producto de nuestra imaginación. Y, en cierta medida, así es. Los hábitos están en la mente, nuestras creencias se originan en la mente, el optimismo o el pesimismo no radican en lo favorable o desfavorable que sea nuestra vida, sino en la interpretación que hacemos de lo que nos ocurre, y esta interpretación la hace la mente.
El cuerpo engorda cuando la mente engorda. ¿Y cómo engorda la mente? Haciendo grandes los problemas pequeños del día a día; convirtiendo un cabello en un caballo, cuando se toma de forma personal cualquier cosa que haya dicho o hecho el de enfrente; engordando los pequeños errores que podamos tener y exagerando los conflictos…
La magia es, precisamente, transformar esos pequeños “problemas” de la vida en oportunidades de aprendizaje. Cuando vemos la realidad bajo esta perspectiva, lo dramático se hace llevadero y la vida pesa menos. Cuando nuestra mente empieza a creer “que la vida es más ligera”, nuestro cuerpo se siente con el permiso de soltar lastre, y adelgaza.
La verdadera magia de la salud duradera y del peso idóneo está, además de en el aligeramiento de las situaciones, en esos pequeños gestos del día a día: la elección de una comida que respete mi vitalidad, concederme una cena muy ligera, el permiso de al menos siete horas de descanso nocturno, el regalo un desayuno nutritivo y completo…
La única magia necesaria para la reducción de peso y su estabilización consiste en unos hábitos de vida saludables que incluyan ejercicio regular; esto nos garantizará un buen nivel de energía vital, que sumado a un buen entrenamiento mental, harán que nuestra salud sea perfecta y nuestro peso sea el idóneo.
Nosotros somos el mago de nuestra vida y la varita está en nuestra propia mente. ¿Qué te parece si la usas para hacer que tu vida se llene de magia?